Sierra Espuña Épica o Sierra Espuña 2x1 podría denominarse la ruta que tuvimos el placer de disfrutar y sufrir 9 liebres el pasado sábado por Sierra Espuña: 2x1, por la longitud, variedad e intensidad del recorrido que más que una ruta lo convierten en dos rutas juntas, y 2x1 por las condiciones meteorológicas que nos han acompañado, cambiantes entre el otoño, el invierno e incluso la primavera, y que han amenizado la ruta con ratos alternos de lluvia, granizo, nieve y sol y que no han mermado, en ningún momento, las ganas y motivación del pelotón de liebres.
A las 8:25 h comenzamos a pedalear por el canal de servicio del Trasvase y a escasamente 1 km del inicio enfilamos el ascenso por el exigente, largo y zigzagueante sendero de las Mil Curvas que, después de 6, 5 km, nos conduce hasta una pista. Continuamos todavía ascendiendo un corto tramo y a continuación iniciamos el descenso, cruzamos la carretera principal del parque y seguimos por una pista, en ligero descenso, que posteriormente se convierte en sendero. Nos desviamos por otro sendero y nos acercamos al curso del río Espuña, a la altura del refugio de Fuente Bermeja, al que le siguen otro corto tramo de pista y un sendero paralelo al curso del barranco de Leyva.
Continuamos este y otros senderos, con algunos sube-baja, y alcanzamos la pista de La Perdiz a la altura del collado de los Siete Hermanos (Km 19). Descendemos un tramo de asfalto hasta que nos desviamos por una pista que sigue, en prolongado y a ratos exigente ascenso, el curso del río Espuña.
La pista acaba, hacemos una parada de rigor, y retomamos el ascenso por un zigzagueante sendero que, aunque todavía en ascenso, resulta más ameno e incluso llevadero que la pista anterior. Pasamos junto a la Casa de las Labores, acompañados por unas gotas de lluvia, y tomamos una pista que, después de un posterior desvío, nos conduce al camino de la Peña Apartada. Agradable, estrecho y poco transitado camino, con relictos de encinas, que se convierte en un fantástico y técnico sendero de descenso, conocido por los bikers locales como "La Salvaje", que hace las delicias de las liebres y nos permite pedalear, o más bien dejarnos caer y desgastar nuestros frenos, por un tramo alejado del firme y trazado "ingenieril" de la mayor parte de los senderos de Sierra Espuña.
Comienza a llover con más intensidad, pasamos junto a un área de acampada y continuamos por un sendero hasta el bar de la Fuente del Hilo (Km 31,7), plagado a estas horas (12:00 h) de ciclistas y otros singulares especímenes, degustando sus respectivos ranchos.
Deja de llover, sale tímidamente el sol, nos resistimos a desaprovechar el crédito disponible de bono-bici-familiar, y retomamos la ruta, en ascenso, por la carretera central del parque. Carretera por la que, unas horas después, ese mismo día, pasará la vuelta ciclista a Murcia y en la que ya se observa la presencia de espectadores. Después de 3,8 km de asfalto nos desviamos, todavía en ascenso, por otro de los largos senderos zigzagueantes de la jornada.
Vemos como se va acercando la tormenta, comienza a llover, seguimos ascendiendo, comienza a granizar, seguimos ascendiendo, comienza a nevar y seguimos ascendiendo. Unas liebres ciclan el sendero en su totalidad, otras liebres no llevan las piernas para muchos trotes y tienen que poner pie a tierra en más de una curva y otra liebre, aquejada de calambres, se ve obligada a hacer intermitentes paradas.
Con ventisca y nieve azotando la cara llegamos a Collado Mangueta. Descartamos visitar el pozo (de nieve) de Cartagena, alcanzamos las máximas cotas de la jornada (1.402 m), y nos dirigimos directamente a los pozos (de nieve) de Murcia (Km 40. 13:45 h) envueltos, esta vez, por un auténtico entorno y ambiente invernal.
Nos ponemos los impermeables, aprovechamos para tomar un plátano y una barrita y, sin más preámbulos, comenzamos el descenso por un sendero, parcialmente rocoso, que discurre junto a una vaguada en un entorno kárstico. Sendero agradable, aunque limitado en su ciclabilidad (unos 200-300 m) por la presencia de irregularidades y escalones rocosos, a los que se le suma, en esta ocasión, algunos metros adicionales más debido al estado húmedo y resbaladizo de las rocas.
Conforme descendemos y llegamos a Collado Blanco, la ventisca y la niebla van remitiendo y nos permiten disfrutar, hacia el este, de las vistas del valle y paredes de Leyva y, hacia el oeste, de las campas de Prado Mayor.
Bajamos la pista del valle de Leyva a toda velocidad y, después de algún despiste, nos desviamos por la "senda de los Dinosaurios" que nos conduce, después de haber tenido la oportunidad de comprobar en su resbaladizo puente colgante como al buen estado de forma de algunas liebres no acompañan las habilidades funámbulistas, al bar y área recreativa de La Perdiz (Km 48,3. 14:50 h).
Después de unas cervezas y bocatas en una soleada mesa, unos 25-30 minutos más tarde retomamos el descenso. Nos acercamos nuevamente al curso del río Espuña, pedaleamos un corto tramo común con el itinerario de ida, y seguimos por una pista y posteriormente un largo, rápido y entretenido sendero.
Descartamos un desvío por un sendero por el que sigue el track, de acceso prohibido según reza un cartel de agentes Medio Ambientales, lo que nos obliga a descender hasta el curso del río Espuña y tener que volver a ganar altura (unos cien metros), por la ladera opuesta, hasta llegar a otro sendero junto a un punto por el que habíamos circulado en el recorrido de ida. A partir de aquí, comenzamos a perder poco a poco altura por sendas ingenieriles que después de pasar por el Caño Espuña nos acercan al Canal del Taibilla.
Seguimos en suave llaneo, aunque con algún repecho puntual de subida, por un sendero paralelo a este canal que al final abandonamos por una última trialera. Por fin, y al igual que después de la tormenta llega la calma, alcanzamos, a una soleada hora (16:30 h), el canal de servicio del Trasvase que acoge a nuestras castigadas piernas y brazos con su homogéneo, llano y horizontal firme y nos conduce, ya en suave pedaleo, a los vehículos.
Que tendrá Sierra Espuña que, una vez más, y al igual que las veces anteriores, acabo una ruta no solo con ganas de que llegue la siguiente salida (Alcalá del Júcar), si no además visualizando mentalmente nuevos itinerarios y variantes por la propia Sierra Espuña que nos acerquen al Pedro López, Malvariche, Prado Mayor, los senderos de El Berro, etc ...., aunque, bueno, esa película la dejaremos para la próxima.
Brutal el recorrido, brutal la paliza, brutal los contrastes meteorológicos y, una vez más, excelente camaradería en un grupo, cada vez más compacto, de "enganchaos" al que no asustan ni las cuestas, ni los senderos, ni los tramos a pie, ni las inclemencias meteorológicas. Otro, y ya van unos cuantos y los que quedan por llegar, día de bicicleta para recordar.
Track:
Datos prácticos:
Distancia: 64,0 km
Desnivel acumulado: 2.330 m Altura máxima: 1.402 m
Velocidad media (mov): 10,6 km/h
Tiempo en movimiento: 6:05 h.
Dificultad física (Alta) y Técnica (Media-Alta).
IBP: 167
Ciclabilidad 99 %. Puntuales tramos a pie, si las fuerzas escasean, en los zigs-zags de la senda de subida a Collado Mangueta. Tramos intermitentes a pie, debido a escalones e irregularidades rocosas, en el sendero desde los Pozos de la Nieve a Collado Blanco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario