miércoles, 24 de diciembre de 2014

A LAS ESPALDAS DEL PUIG CAMPANA, SANXET Y PONOIG: LA NUCÍA-POVET-SENDA FOX-GULAPDAR-CASA DE DIOS-XIRLES-POLOP-LA NUCÍA

Existen algunos lugares, especialmente agradecidos para la práctica de la BTT, en los que cualquier ruta que uno se plantee por los mismos es, de entrada, ya todo un acierto. Algunos ejemplos de estos últimos son, sin ninguna duda y sin tener que trasladarnos a latitudes más lejanas, Sierra Espuña, Sierra de Mariola, Riópar, Benicadell, Beneixama y, por supuesto, la Sierra de Aitana y sus estribaciones meridionales. Todos estos increíbles lugares, y los que nos faltan por descubrir, hemos tenido (y tendremos) ocasión de conocer, recorrer y disfrutar en las salidas de turismo BTT que llevamos realizadas hasta la fecha o realizaremos en próximos años.

En esta ocasión, y con la certeza de no equivocarnos, hemos vuelto, en estas fechas invernales, a latitudes más templadas para dar una vuelta de tuerca más a un recorrido, conocido ya parcialmente de otras ocasiones, que hemos tenido el placer de disfrutar un compacto, y ya asiduo, grupo de liebres viajeras. El recorrido, por las montañas y valles situados a las espaldas del Puig Campana, Ponoig y Sanxet, ha vuelto a deleitar a los participantes y ha sido un broche de oro, un verdadero rutón cinco estrellas, para despedir el año 2014.

Para el inicio del 2015, el próximo viernes 2 de enero, realizaremos, al igual que ya hicimos en el año que se acaba, otra de las rutas cinco estrellas, un clásico navideño a escasos kilómetros de nuestras madrigueras, por los espectaculares senderos y trialeras de la Sierra de Beneixama.
A las 9:03 h salimos desde el polideportivo de La Nucía y nos dirigimos a un entretenido camino-sendero que discurre por el lecho del Riuet Sequet. Dejamos la rambla y continuamos por otro sendero junto a los abruptos margenes de la misma. Poco después salimos a un camino y seguimos ascendiendo. La pendiente aumenta y (algunos) nos vemos obligados a empujar nuestra bici en un tramo. Poco después retomamos el pedaleo y ganamos el collado de Povet con algo más de dignidad. Hasta aquí, el primero de los puertos de la jornada, hemos superado algo más de 650 m de desnivel en apenas 8,8 km.

Reagrupamiento y rápida marcha por un agradable sendero que nos lleva hasta el Pas de Rabosa. A nuestras espaldas, el sol desafía a la niebla y pugna por salir tras el Puig Campana.
A nuestros pies la niebla persiste y cubre todo el valle hacia el que nos dirigimos 
El sendero, aunque con un tramo inicialmente rocoso, técnico y con abundantes zetas, poco a poco va perdiendo dificultad y nos permite disfrutar de este primer descenso. Un corto tramo de camino y nos desviamos por la senda Fox.

Uff, Uff, Uff .... Uff ......y, en pocos minutos, se nos acaba este alucinante sendero de unos cuatro kilómetros de longitud, después de un impagable rato de diversión, disfrute y gozada por la densa y boscosa umbría de la ladera norte de Els Castellets; uno de esos ratos que solo te ofrece la BTT. Salimos a un camino junto al barranc del Charquer. A nuestras espaldas, el Puig Campana, omnipresente, sigue oculto por la niebla, al igual que, sobre nuestras cabezas, la elegante cresta de Els Castellets.

Salimos del barranc del Charquer y continuamos por cómodas pistas asfaltadas. Paramos a almorzar y poco después tomamos un atajo por un corto sendero, en el que nos toca intercambiar palabras, poco agradables y en idiomas distintos, con un paisano. Evitamos desviarnos a la Font de L´Alcántara y continuamos por un tranquilo camino y un corto tramo de sendero, paralelos al barranc de L´Arc, que nos conducen a la pista principal que discurre junto a la zona de escalada de Sella. A todo esto, la niebla nos ha impedido amenizar el pedaleo con la contemplación de la majestuosa figura del Divino.
La pista asciende y las piernas lo avisan. Nos espera una subida de unos 400 m de desnivel en 6 km. Pasamos junto al Mas del Secretari y Mas El Goleró (en esta ocasión hemos decidido, por agilizar el recorrido, dejar para otra ocasión -en un recorrido más corto- el paso por el histórico y siempre sorprendente Pas del Goleró).
Nos desviamos a reponer agua en la Font del Morer y retomamos el ascenso.
Respiramos la tranquilidad y la paz (aunque no el amor) de este aislado y privilegiado rincón de la provincia de Alicante en el que se enclava un "centro" budista. Pasamos junto a la casa del Collado y nos desviamos por un agradable sendero, a media ladera, que nos conduce a un collado desde el que contemplamos la Sierra de Aitana y los pináculos que, cual níscalos rocosos, abundan en la zona y acompañan el recorrido.
Un corto tramo no ciclable y un tranquilo sendero nos conducen hasta la casa de La Carrasca.
Perdemos altura por unos rotos y poco transitados caminos hasta que, todo llega, empezamos a ganar nuevamente altura (otros 125 m de desnivel) por unos entretenidos, y a ratos exigentes, senderos que nos conducen finalmente al collado del Llamp. 
Unas fotos, con escasas vistas,  y acometemos otro de los descensos del día, junto al barranco de Gulapdar, por un sendero especialmente técnico en sus tramos iniciales.
Salimos a un camino y poco después llegamos a La Casa de Dios. La niebla nos ha impedido, nuevamente, disfrutar de los impresionantes farallones rocosos del Sanxet , así como de las espléndidas vistas de la costa alicantina y el Penyal d´Ifach.
Continuamos por un camino asfaltado y 1,5 km después nos desviamos a derecha para ir a enlazar con un sendero de descenso, entre pinos, con cortos tramos técnicos.
Llegamos junto a la CV-70, seguimos unos cientos de metros por otro sendero, cruzamos la carretera, un corto tramo de camino y nuevamente otro sendero, en esta ocasión por una ladera quemada, hasta que salimos a un camino. Seguimos por este último y poco después nos sorprende otro agradable sendero, a media ladera y entre un bosque de pinos, que finalmente nos conduce hasta Xirles.

Descendemos por un pronunciado sendero hasta el barranc del Salt, entre huertos de naranjos, nísperos y mandarinas, y después de una corta y pronunciada subida (la última) llegamos a la carretera CV-762.
Solo nos resta pedalear por esta carretera para llegar a Polop y seguir por otras pistas asfaltadas y de tierra que, rodeando La Nucía, nos conducen al polideportivo (15:08 h).

Una ducha y un merecido buen arroz, en el restaurante del polideportivo, ponen el broche final a esta fantástica ruta, fin de año y temporada, de las salidas de turismo BTT del Club.

En total han sido unas cinco horas de pedaleo efectivo para completar estos "escasos", aunque increíblemente intensos, 46,5 km de recorrido de esta larga, dura y técnica ruta, entre impresionantes roquedos y espectaculares paisajes y montañas, que discurre, en su mayor parte, por los caminos y senderos situados en los recónditos valles y montañas a las espaldas del Puig Campana, Ponoig y Sanxet.

Con toda probabilidad, uno de los mejores recorridos, de corte endurero, que pueden realizarse por la zona y que habrá que repetir, con o sin variantes, en próximas ediciones al menos una vez al año. Muy recomendable.

Track: Aquí.

Datos prácticos:
Distancia: 46,5 km
Desnivel acumulado: 1.720 m                       Altura máxima: 928 m
Tiempo (mov): 05:10 h                                   Velocidad media: 9,5 Km/h
Dificultad física y técnica Alta.
Observaciones: Tramos puntuales a pie en ascenso y descenso. Ciclabilidad: 95 %.

martes, 25 de noviembre de 2014

MAIGMÓ DESDE XORRET DE CATÍ POR LA RUTA DEL CABLE (SENDERISMO)

Interesante ascensión a la cumbre del Maigmó por su cara oeste por una ruta (conocida como la del cable) que incluye cortos y fáciles, aunque aéreos, pasos de trepada o escalada. 
Desde el aparcamiento de Xorret de Catí tomamos diversos caminos, que posteriormente se convierten en agradables senderos entre pinos, carrascas y encinas, y en suave ascenso nos conducen hasta las proximidades del Alt de Guixop.
Desde aquí , con la cumbre del Maigmó ya a la vista, continuamos por un evidente camino (pista del cordal) que discurre por la loma cimera y nos lleva hasta una caseta de vigilancia forestal ubicada en el Alt de les Xemeneies.

Seguimos por un visible sendero que en continuo sube y baja nos conduce a las proximidades del Maigmonet y finalmente desciende hasta el collado de La Xau.
Desde este último tomamos una senda que, en fuerte y zigzagueante ascenso, nos sitúa en la base de los farallones rocosos que forman la ladera oeste del Maigmó.
Unos primeros pasos de trepada, equipados con dos escalones metálicos y unas obsoletas cadenas, nos llevan hasta una travesía a la derecha; perdemos un poco de altura, seguimos junto a unas carrascas por un paso lateral a la derecha señalizado con unos trozos de cuerda y posteriormente volvemos a ganar nuevamente altura.
Conviene estar atento en este punto, ya que la ruta se desvía hacia la izquierda y atraviesa una rampa o tobogán rocoso, en donde hay instalado un delgado (incluso me atrevería a decir ridículo) cable, hasta ganar una especie de espolón rocoso.
Una fácil y corta trepada, con tendencia a la izquierda, nos conduce a una canal por la que, poco después, alcanzamos la cresta rocosa y la cumbre del Maigmó (1.296 m).
El descenso puede efectuarse por el mismo itinerario (con cuidado y prestando atención a posibles despistes y pérdidas) o por la ruta normal que desciende hasta el Balcón de Alicante, para después de un considerable rodeo por diversos caminos volver al collado de la Xau.
Desandamos parte del itinerario y antes de alcanzar el Alt de Guixop tomamos un camino, a derecha, que por un sendero señalizado (PR) y con fuerte pendiente final nos conduce de regreso a Xorret de Catí.
Track: Aquí.
(En nuestro caso evitamos el rodeo del regreso que te conduce a un pozo de nieve -Pou Carrascalet- y a la cueva Mosén Francés)

Datos prácticos:
-Distancia: 12,6 km
-Desnivel acumulado: 850 m
-Tiempo (en mov): 04:10 h.
-Dificultad física (Media) y Técnica (Media-Alta).
-Observaciones: Fácil trepada que puede efectuarse sin necesidad de cuerda para personas habituadas. En caso contrario, se aconseja llevar una cuerda (de unos 10 m) y emplear algunos de los puntos de seguro existentes, que pueden ser especialmente útiles en el descenso. 

lunes, 24 de noviembre de 2014

PLANES-VALL DE GALLINERA-BCO ENCANTADA

Texto: JRChirlaque
Montar en bici debería estar subvencionado por la seguridad social. Puedo asegurar que los seis participantes de la ruta del pasado sábado por tierras alicantinas no vamos a necesitar ir al médico ni acercarse por la botica en las próximas semanas. Las únicas secuelas físicas que la ruta nos ha dejado han sido golpes con los pedales en las espinillas y algún rasguño contra la vegetación autóctona. Nada que no se pueda curar con una pastilla de jabón del lagarto. En compensación, la ruta ha obrado como un bálsamo para el espíritu. Al terminar habían desparecido todos los síntomas de la rutina, los problemas y los malos pensamientos. Una recarga de pilas que nos deberá durar por lo menos una semana.
El día empieza con un buen madrugón para estar a las siete en marcha. El viaje a Planes es cómodo. Autovía hasta Muro de Alcoy y unos pocos kilómetros por la carretera que culebrea rodeando barrancos entre bancales plantados de cerezos, cuyas hojas rojizas a punto de caer al suelo son el color que nos va a acompañar toda la mañana.
El Bar Lluis, en Planes, es el punto de partida del recorrido (conviene avisar para que nos guarden algo de comer al terminar la ruta). Tomamos el Camino de Sangonera remontando la cuesta interminable de hormigón en dirección a Catamarruc. La pista de tierra sigue ascendiendo por la Sierra de Cantacuc, dejando a la derecha el imponente barranco de Benialfaquí, hasta llegar al km 7, donde con un desvío a izquierda se inicia el descenso en dirección a Tollos curveando por un entretenido camino forestal.
Tomamos fotos y cargamos agua en el área de recreo de la Font Vella y salimos por un camino asfaltado que abandonaremos para recorrer un sendero, pedregoso y técnico, rumbo a los barrancos de Malafi y  Paet.

El barranco de Paet terminará siendo una agreste remontada que sigue los restos de una pista y el cauce gravoso del barranco en los tramos desaparecidos de aquella. A base de fuerza y equilibrio se va encontrando el paso más adecuado hasta enlazar con la pista ancha que viene desde nuestra izquierda y que nos llevará, en un par de duras rampas, al segundo alto de la mañana: lugar donde un pozo de nieve fue escenario de nuestro almuerzo.
Empezamos a bajar saludando a unos boletaires alicantinos (por dios, qué invasión), y giramos a izquierda siguiendo una cuidada pista forestal que recorre el paraje, con uno de los pocos pinares que se pueden ver por la zona.
Pronto abandonamos la pista tomando una senda por la izquierda que se va complicando según se aproxima al lecho del Barranco Hondo. Hay que patear algún tramo, pero compensa para evitar un monótono rodeo para llegar a las inmediaciones de Alcalá de la Jovada. En un momento cruzamos la Val d'Alcalá por agradables caminos y senderos para empezar otra vez a subir por una descarnada y rocosa ladera en dirección a la Peña Forada. El trayecto es duro de verdad y la pendiente para algunos es insuperable. Llegados a lo más alto, las vistas son impresionantes, según nos cuentan quienes ya habían estado allí. A nosotros la niebla nos impedía ver el paisaje, así que habrá que repetir la ruta para comprobar que lo que nos dicen es cierto.
La bajada hacia Benitaia da paso a la Val de Gallinera por una escarpada y muy transitada senda morisca en la que es inevitable hacer algo de bici-treking hasta que la pendiente se suaviza y las rocas dejan de ocupar todo el ancho del paso. Aunque ahora son las profundas roderas las que ponen el peligro al tramo.
Llegamos al pueblo bajando escaleras cual jóvenes gamberros y tomamos la carretera incorporándonos a la Rutas dels 8 Pobles. Pronto dejamos el asfalto para realizar un interesante recorrido por sendas, caminos y ramblas entre la Carrosa y Patró, donde destaca el sendero que por una cornisa rocosa llega hasta el pueblo, y que exige empujar la bici con  piernas cabeza y riñones para ir superando un escalón tras otro hasta llegar al final.
Por una sucesión de empinados caminos agrícolas se alcanza la carretera y el Collado de Benisilli, donde nos desviamos para entrar en el camino que sube y recorre la Sierra de la Albureca; en apariencia la última subida importante de la mañana, aunque nos esperaban todavía sorpresas. Esta sierra es una finca privada y tuvimos que esquivar una puerta por un sendero que había por su izquierda. Seguimos remontando la sierra a la vez que el valle desciende a nuestra izquierda, con lo que pronto la perspectiva se abre, ahora ya sin la niebla, y nos regala un paisaje salpicado de los colores del otoño, en el que destacan las pinceladas rojas de los cerezos sobre los amarillos de las higueras y las choperas.
Sin acercarnos demasiado al Mas del Botí, nos salimos de la sierra en dirección al Mas de la Albureca, por una pista bastante rota que desciende en un pronunciado zig-zag todo lo que tanto nos había costado subir. Nos topamos con otra puerta cerrada para salir del paraje, que las liebres atravesaron como por arte de magia y seguimos en dirección al Barranco de la Encantada: el plato final de este festín.
Hacemos la visita, obligada, a una de las pozas del barranco, horadada por el agua entre cortados rocosos que tradicionalmente han servido de lienzo a las inquietudes pictóricas y literarias de generaciones de descerebrados, quien sabe si muchos de ellos concebidos en el frescor de esas mismas choperas en una tarde de pascua, que han plasmado en vivos colores de spray mangado en la ferretería de la esquina la fecha, su nombre y hasta el nombre de su pueblo de origen. El nombre de los tontos aparece en todas partes y aquí lo hace con letras descomunales.
Tomamos el camino hacia el Molino de la Encantada y empieza la diversión por una senda bastante limpia y compacta que evoluciona entre la vegetación. El barranco queda a nuestra derecha y sus paredes se cierran. La senda busca la salida hacia arriba y la corriente de agua profundiza en la tierra. Tras unos duros repechos a pie estamos fuera del cauce, en lo alto, desde donde se divisa la profunda cortada en la roca del Barranco de la Encantada.
Unos metros por un camino, en dirección a una casa emplazada en lo más alto, dan paso al sendero que recorre la cresta. Un trayecto llano salpicado de afilados cantos rocosos que termina por ser imposible para nuestras piernas cansadas y nuestras bicis de corto recorrido, hasta que llegamos al quemado del último incendio. Los colores son ahora el negro y el gris del carbón y la ceniza. Entre los esqueletos de la vegetación calcinada, con las vistas al fondo del Pantano de Beniarrés, descendemos el sendero por las Lomas de Cantalar hasta la Casa del Fantaquí. Breves metros de camino, antepenúltima subida, y a nuestra izquierda sale la última senda del día, poco transitada pero ciclable, con reservas, casi en su totalidad.
Llegamos al Pantano de Beniarrés, y nos llama la atención la negrura de sus aguas. Siendo ya casi las dos, terminamos la ruta por asfalto, para lo que nos queda superar una durísima cuesta a la altura del Barranco de la Michá. Al volver la curva aparece Planes y entramos cruzando otro Barranco Hondo, junto a las choperas a medio deshojar y el lavadero del pueblo.
Tras casi cinco horas de pedaleo y seis desde que salimos, llegamos a los coches con cara de satisfacción. La ruta ha sido dura pero espectacular. Lástima la niebla. Habrá que volver en primavera. Los cerezos en flor deben ser un espectáculo digno de admirar.

En el Bar Lluis nos esperaba la comida, y lo que a nadie le faltaba en ese momento era hambre y sed. Con cervezas, ensaladas, paella y embutidos de la tierra llenamos el vacío de nuestros estómagos y tras los cafés y una breve tertulia volvimos a casa llegando, por una vez, a una hora prudente. O al menos para mí lo fue.

Datos de la ruta:
Distancia total: 51,5 km.
Ascensión acumulada: 1.500 m.
Dificultad física y técnica: Alta.
Ciclabilidad: 95-98%.
Me ha resultado muy difícil seleccionar entre las magníficas fotos que me han proporcionado Andrés y Salva. Así que os recomiendo que las veáis todas en el siguiente enlace, porque merecen, de verdad, la pena.

 
Aquí podéis enlazar con el track de la ruta:

lunes, 27 de octubre de 2014

CALAR DEL MUNDO Y ARGEL DESDE EL PUERTO DEL ARENAL (SENDERISMO)

Ya hace unos cuantos años que venimos recorriendo los alrededores de Riópar y el Calar del Mundo por variadas y sorprendentes rutas en bicicleta de montaña, lo que nos ha permitido tener una amplia visión de conjunto del Calar. Así que, en esta ocasión, tocaba procesar toda esa información y concentrar, en una ruta de senderismo, todos los puntos de interés de la zona. El resultado ha sido, como no, una larga, variada y completa excursión de montaña.
Comenzamos a caminar (8:55 h) desde el Puerto del Arenal por un camino, posterior sendero, en continuo ascenso hasta bordear la Morra del Navacico y alcanzar la Cañada de Los Mojones.
El sendero atraviesa una finca de reses bravas y continua ascendiendo entre un bosque de encinas. Poco después llegamos a un mirador situado en la vertical de la cueva de Los Chorros.
Después de contemplar el paisaje, continuamos el ascenso hasta que llegamos a la altiplanicie kárstica de El Calar del Mundo. Roquedos y dolinas, tapizadas por verdes prados, acompañan nuestra caminata por este extenso, agreste y solitario desierto pétreo.
Pasamos junto al Pozo de la Bomba y la Cañada de las Yeguas. Desde aquí acometemos las últimas rampas que nos acercan a la Cuerda de Los Tornajos, la cual seguimos hasta alcanzar la cumbre del pico Argel (1.698 m).  
Descendemos la cuerda del Argel hasta llegar a la, en estas fechas, seca fuente del Buitre, junto a la que descansan un grupo de reses. Continuamos por un estrecho camino, atravesando la Torca de Los Caballos, y nos desviamos al este para contemplar un ejemplar de tejo milenario, enclavado en el fondo de una pequeña y característica dolina.
Retomamos la marcha, continuamos enlazando distintos caminos y llegamos a la fuente de La Media Fanega donde repostamos agua. Un tranquilo paseo por una cañada, entre verdes prados, nos conduce a la Fuente del Espino y el GR-66. Seguimos por este último, en dirección norte, entre un agradable bosque de encinas, hasta que llegamos a un refugio y alcanzamos el borde norte del Calar.
A partir de aquí, comenzamos un rápido y prolongado descenso por un frondoso bosque de encinas salpicado, aquí y allá, por coloridas, intensas y policromáticas pinceladas otoñales de robles y otros árboles caducifolios.
Terminada la bajada, nos desviamos por un sendero, ya en ascenso, que nos lleva hasta el aparcamiento de Los Chorros, en donde paramos a comer. Aprovechamos la ocasión, como no, para volver a visitar el singular y precioso entorno del nacimiento del río Mundo.
Desandamos este tramo, volvemos al aparcamiento y tomamos un escondido sendero, paralelo a la carretera, que nos conduce hasta un camino. Continuamos este último, pasamos una fuente, junto al cortijo de Elena, y, poco después, nos desviamos por un sendero que en suave ascenso atraviesa la carretera de acceso a Los Chorros, continua por un singular bosque de pinos y nos conduce nuevamente al Puerto del Arenal (16:35 h).
En resumen, una larga, variada, amena, completa y recomendable excursión de montaña, por las riberas y el Calar del río Mundo, que nos ha permitido disfrutar de verdes y extensos prados, roquedos y dolinas kársticas, amplias vistas, árboles milenarios, frondosos bosques y policromáticas pinceladas otoñales.

Track: Aquí

Datos prácticos:
Distancia: 23,5 km
Desnivel acumulado: 900 m 
Tiempo en movimiento: 05:55 h.
Dificultad física: Media-Alta.