(Texto/crónica facilitado por Alberto García Cantero)
Como todos sabréis, el sábado pasado Gabi y yo teníamos nuestra cita con la temida Pedals de foc Non Stop 2011, y aquí os dejo una crónica más o menos pormenorizada de las aventuras que nos deparó “tan agradable” jornada de ciclismo.
Como todos sabréis, el sábado pasado Gabi y yo teníamos nuestra cita con la temida Pedals de foc Non Stop 2011, y aquí os dejo una crónica más o menos pormenorizada de las aventuras que nos deparó “tan agradable” jornada de ciclismo.
DATOS DE LA PRUEBA 218 KM Y 6200 METROS DE DESNIVEL ACUMULADO.
El día previo:Salimos de Yecla el viernes a las 10:30 de la mañana, pensando que teníamos tiempo de sobra para llegar a Viella (primer error), pues la reunión con la organización era a la 19:00h de la tarde, y como nosotros somos respetuosos con el medio ambiente y las leyes gubernamentales no sobrepasamos los 110 km/h. Eso supuso llegar pasadas la 19:30, deprisa y corriendo recogimos los dorsales y fuimos al salón de actos donde se realizaba la exposición. Allí no cabía nadie más, y tuvimos que contentarnos con verlo desde la calle y preguntar a alguno de los corredores como funcionaba el tema.
Tras la mini reunión nos vamos a sacar las bicis del coche y primer problema, al señor Gabi se le ha pinchado una rueda antes de salir, y no tenemos a Manolín cerca que le solucione el problema 10 minutos antes de empezar. Así que mientras yo subo la bici al Hotel Gabi se va en busca de una tienda donde comprar una rueda nueva.
Mal empezamos, nos entran las prisas, son la 9:30 de la noche tenemos que montar linternas, dorsales, cámaras, mochilas, y cenar… A las 10:30 estamos acostados como las gallinas y con el despertador puesto a las 03:15 de la mañana.
El Día D
El Día D
Antes de dormirnos ya nos hemos levantado y comienza el día más largo de mi vida…. Con cara de sueño y cierto nerviosismo bajamos a desayunar. El personal engulle el almuerzo en silencio, y miradas de reojo intentando conocer a los rivales hace que en un momento estemos despachados. Ya en la habitación, la última visita pertinente al reservado, y marchamos hacia la salida.
Colocados bajo el arco de salida, vemos algunos conocidos, como Milton Ramos, a el ganador de año pasado, y otros corredores de varios equipos catalanes y vascos que tienen “muy mala pinta”. Caras cabreadas, ni bromas, ni cachondeo ni “na” de “na”.
Estamos situados el 40 o 50 más o menos, pensando que hay mucho kms por delante y tenemos que ir poco a poco. Enciendo el Gps, se me olvida conectar el pulsómetro, nos deseamos suerte, 1 minuto para la salida…. 30 segundos… YAAAA!!!!.
Arrancan las motos de cabeza de carrera, y el personal sale esprintando como si hubiera almuerzo gratis en el km 5. Empujones, frenazos, la gente pidiendo paso, DERECHAAAA, IZQUIERDAAAA, un corredor que va delante de mi pierde la linterna, (¿para? ¿que va parar?), y de esta manera me veo subiendo a todo trapo un primera subida de hormigón con una pendiente de un 10-12 %, pienso “esto es una locura”, busco a Gabi y veo que viene detrás de mí, me adelanta y empezamos a remontar puestos, nos damos el primer remojón a las 5:10 de la mañana al cruzar un riachuelo (que fresquito), vamos subiendo el primer puerto para salir de Viella por un camino paralelo a la carretera.
Tras unos km se puede apreciar que se ha formado un primer grupo de luciérnagas de unas 8-10 unidades y otro de 4-5 tras los cuales marchamos nosotros. Llevamos 6 o 7 km de puerto y se acaba el camino, salimos a la carretera nacional y vemos el túnel de Viella. A Gabi le entran las prisas, quiere coger al grupo que va delante de nosotros, yo me doy cuenta de que no he encendido el pulsómetro, lo conecto… 170 pmm, esto es una locura, le digo que levante el pie que llegamos al final del puerto a 180 pmm, y el se calma un poco, nos cogen un par de tíos y entramos al túnel, hay suaviza un poco la pendiente pero la gente acelera todavía más, (vamos a 25 km/h), cogemos un grupete y coronamos los primeros 12 kms de subida.
Al salir del túnel ya hay un poco de luz y se puede ver sin linternas, bajada rápida por la carretera de 2 o 3 km , se acabó lo bueno, desvío a la izquierda y entramos en un camino de cabras cruzando un valla contra la que me choco y casi me dejo una pierna. Gabi me espera un poco y volvemos a contactar con el grupo. Somos unas 8-10 uds, la gente va a ritmo de carrera de domingo, la subidas se hacen a tope y en las trialeras de bajada alguno besa el suelo. Cruzo mis primeras palabras con Gabi, pensando que en esta marcha no vamos a llegar muy lejos, cruzamos varios riachuelos y saltan las alarma, mi rueda delantera comienza a escupir liquido por todas partes, “mierda”, estoy gafao, siempre me pasa algo, pero tras 2 o 3 km parece que aguanta y se cierra el corte.
Llegamos a Vilaller donde está el 1º control de firmas, y avituallamiento. La gente para, firma y sale disparada. Llevamos apenas 30 km, ni cogen agua, nosotros llenamos un bidón y a toda leche salimos detrás del grupo (que no se nos escape…).
Comienza la segunda subida, un puerto de 6 o 7 km de pista buena con muchas curvas de herradura. Subimos a buen ritmo, adelantamos a un par de tios, nos pasa “Contador”, (uno vestido con la ropa de contador, que más tarde se retiraría y nos comentó en meta que había estado corriendo la Titán Dessert este año…. Menudo personal se apunta a estas cosas). Gabi me para un poco, levantamos el pie y coronamos.
Amanece en el PIRINEO, y comenzamos una bajada de vértigo por unas trialeras increíbles. Fue una imagen fantástica, ver el paisaje, el valle, unos cortados de vértigo a nuestro lado. Si hubiéramos podidos, las fotos habrían sido cojonudas. Pero en fin, se nos escapaba la cabeza. Gabi y yo empezamos a remontar algunas posiciones, que se note que lo nuestro es bajar, que las cuestas “pa riba” ya se nos atragantan con la edad.
Después de 5km de sendas y un talegazo bestial que se pegó un chaval que iba delante, llegamos solos al final de la bajada, y sin tiempo de coger aliento comenzamos la tercera subida. Un puerto de carreterilla asfaltada con una pendiente considerable. Nos lo tomamos con calma. Nos pasan dos aviones vascos, que nos saludan alegremente mientras que van hablando sobre el tiempo o que se yo, (Uno de ellos hizo al final 3º y al otro lo tuvimos que socorrer el en km 170). Adelantamos a un chaval, llegamos al final de puerto, y después de un falso llano de 3 o 4 km y llegamos al 2 º avituallamiento. Allí paramos un poco (llevamos 50 km, 4 h y pico de carrera y la cabeza no saca casi media hora), según nos comentan la gente del avituallamiento los 3 de cabeza estaban “muuuy tensos” y practicamente ni pararon (cuanta ansia). En fin recargamos los depósitos y continuamos.
Comenzamos el cuarto puerto, y entro en mi primera crisis, una subida durísima (para los que la conozcáis, una subida al calar de Riopar en toda regla). Gabi me lleva un poco forzado y empiezo a pensar si no habría sido mejor comprarme una bici con un platillo más por los mismos cuartos. La cabeza venga a darle vueltas sabiendo lo que me queda y me hundo un poco. A mi socio no le da por poner el plato pequeño y esto hace que llevemos un ritmo potente hasta llegar a la cumbre. Después de no se cuanto tiempo subiendo, el sol aprieta de verdad, me sobra camiseta, manguitos, chalecos y demás aparamenta, pasamos por un pueblecillo perdido, creo que se llamaba Erta (y pienso que aquí en invierno por estos caminos no suben ni de coña, se quedan aislados dos meses), hacemos una bajada super rápida y llegamos a la quinta subida. (Nos vuelve a coger Contador).
Sin apenas coger aire nos encontramos con una pared de camino roto y una pareja que van haciendo la pedales por etapas, cuando llegan a la cuesta se bajan y con la bici del ramal empiezan a subirnos. Al vernos nos hacen fotos, gritan y animan “socs unes maquines”, y yo para mi pienso, quien cojones me manda a mi meterme en estos fregaos. Continuamos subiendo más de una hora a una velocidad crucero increíble de 7-8 km por hora, llegamos a la parte final de la subida, una zona de orientación, que con con la bici del ramal saltando pedrolos y escalones sorteamos mientras las vacas nos miran con indiferencia, y con pocas ganas de apartarse.
Al final de la subida paramos, nos quitamos ropa, hacemos un par de fotos, y vemos como viene otro por detrás. Sin más empezamos una de la trialeras más salvajes que he hecho en vida, 4 o 5 km de escalones Y piedra suelta. PARA MATARSE. Empiezan los primeros sustos, los brazos ya no responden igual y son bajadas muy técnicas, cruzamos ríos, riachuelos y todo lo imaginable.
Conseguimos llegar enteros abajo y empieza uno de los pocos tramos de carretera, un falso llano de 8-10 km, en los que me encuentro bien y pongo un ritmo aceptable.
Sobre el km 96, ya no recuerdo que hora era(creo que las 12 y pico), avituallamiento antes del temido Col del Triador, recargamos a tope y empezamos con los 20 km de puerto y los 2.300 m de altitud.
A ritmo muy lento, ya que la piernas no dan más de si, vamos ascendiendo el temido “Col”. Durante la primera parte del puerto, que era algo mas llevadera, vamos a unas velocidades de 8-10 km/h, pero según cogemos altura el puerto se endurece, la altitud nos afecta y hace un calor de mil demonios. El pulsómetro no pasa de 145 pmm, mala señal, el cansancio va haciendo efecto, nos hemos quedado mudos, solo se ven curvas y mas curvas, voy mirando la altitud en el gps, y siempre estamos a la misma cota. Se acaba la vegetación, adelantamos a un corredor, como en una carrera de tortugas, pero esto hace que nos crezcamos, hasta que llegamos a la madre de todas las cuestas, me quedo sin piñones, Gabi me saca de punto, y le tengo que decir que levante el pie que me dan los siete males. Pasado este mal trago la pendiente suaviza un poco y me recupero, me bebo media botella de powerbar y parece que vuelvo a ser persona. Con el pensamiento de que el puerto está próximo a su fin, nos animamos y avivamos el ritmo, el público que hay en la cima nos alienta y hace que coronemos con dignidad.
A ritmo muy lento, ya que la piernas no dan más de si, vamos ascendiendo el temido “Col”. Durante la primera parte del puerto, que era algo mas llevadera, vamos a unas velocidades de 8-10 km/h, pero según cogemos altura el puerto se endurece, la altitud nos afecta y hace un calor de mil demonios. El pulsómetro no pasa de 145 pmm, mala señal, el cansancio va haciendo efecto, nos hemos quedado mudos, solo se ven curvas y mas curvas, voy mirando la altitud en el gps, y siempre estamos a la misma cota. Se acaba la vegetación, adelantamos a un corredor, como en una carrera de tortugas, pero esto hace que nos crezcamos, hasta que llegamos a la madre de todas las cuestas, me quedo sin piñones, Gabi me saca de punto, y le tengo que decir que levante el pie que me dan los siete males. Pasado este mal trago la pendiente suaviza un poco y me recupero, me bebo media botella de powerbar y parece que vuelvo a ser persona. Con el pensamiento de que el puerto está próximo a su fin, nos animamos y avivamos el ritmo, el público que hay en la cima nos alienta y hace que coronemos con dignidad.
En la cima del Triador , no hay tiempo para relajarse, nos avituallamos, un par de fotos, y a recorrer los más de 20 km de falsos llanos a más de 2000 mts que nos quedan hasta la bajada. Durante este tramo, rodamos deprisa y las piernas parecen que vuelven a responder. Esto me hace pensar que es posible terminar la carrera con dignidad. Adelantamos una posición, y comenzamos la bajada por la estación de esquí de Espot, recorremos alguna de las pistas (seguro que no pasaban de azules, pero tenían una pendiente impresionante), cogemos algún camino de bajada, nos perdemos un par de veces y al final nos encontramos a uno de los vascos que ha pinchado. Paramos, le dejamos una cámara con la fiel promesa de que no nos adelantará…. y llegamos al pueblo donde estaba situado el final de la Pedals Non Stop 2011 plata, (menuda envidia), km 150.
No se si los kilómetros de bajada, el adelantar al vasco, o vete tú a saber que, pero paramos apenas 20 segundos en el avituallamiento, comimos un poco, recargamos líquido y reanudamos la marcha.
Y ese fue un grave error, ya que nos esperaba un tramo durísimo de continuas subidas, sendas practicables y no tanto, que hizo que el pajarulo que cogieramos fuera épico, (si vais por allí preguntar por el famoso camino del calvario), nos quedamos sin agua, sin fuerzas y sin nada.
En ese tramo de carrera fuimos con un chaval de Lérida, que nos decía que en el próximo pueblo, que según el estaba a un par de km, había un avituallamiento. Al amigo Gabi comenzó a cruzársele la pinza deshidratado y fundido, y yo que en un principio iba un poco mejor, me hizo una visita el amigo del “Mazo” , y me dejo KO a un km del avituallamiento, no podía pasar de 135 pulsaciones.
Por fin al borde del desastre total llegamos al avituallamiento, nos quitamos mochilas cascos y demás, y nos comimos todo lo que había. Tras media hora repostando, 3 o 4 puestos perdidos, continuamos la marcha para afrontar la última ascensión de la jornada. Una subida preciosa, a la orilla del rio, por el Vall d’Aneu. El avituallamiento hace efecto y el espíritu de la ”liebre” nos revitaliza, Gabi pone un fuerte ritmo que hace que el polizón que llevamos a rueda desista y lo perdemos de vista. Después de unos km de falso llano, me pongo a tirar en una zona mucho más incomoda con continuas subidas y fuertes repechos.
A Gabi le vuelven los fantasmas anteriores, y tenemos que bajar un poco el ritmo, pero vamos muy motivados pensando que la cumbre está hay mismo y los últimos 30 km son de bajada. Pasamos el penúltimo control (solo firmamos, no hay tiempo que perder).
Y por fin, con no pocas penurias y Gabi pidiendo la hora, alcanzamos el Pla de Beret , cruzamos la estación de esquí de Baqueira. Esto está hecho!!!!. Un poco más de sufrimiento en el final del puerto de la Bonaigua por la carretera con el viento en contra y todo para abajo.
Aunque, para nuestra desesperación, los 30 km de plácida bajada hasta meta que esperabamos se convirtieron en un infierno. Tras 500 metros de decenso por la carretera, nos meten por una bajada de senda, por llamarla de alguna manera, donde los llantanzos, golpes, rechinar de dientes y demás nos machacan nuestros maltrechos cuerpos y hace casi imposible el mantenerse sobre de la bici.
Después de unos km de bajada nos perdemos un par de veces, yo ya no veía ni el GPS, nos adelanta el chaval que viene por detrás, esprintando a poco menos de 3 o 4 km de meta, al que ni intentamos seguirle. Felices, vemos Viella al fondo y la tan ansiada meta.
Emocionados entramos a meta, viendo que lo habíamos conseguido, tras 13 horas 43 minutos y 1 segundo en las posiciones 15 y 16 de la general. Un puesto inimaginable antes de comenzar la carrera. Según nuestro cuentakilometros estuvimos 12 y 42 minutos sobre la bici con una medida de unos 17 km/h, y una hora más o menos que perdimos en los avituallamientos.
Nota: Para nosotros ha sido una experiencia personal increíble, que ha hecho que pusiéramos mas allá del límite nuestros cuerpos. Lo que hace que te des cuenta de hasta donde puedes llegar y, cuando crees que es imposible dar otra pedalada, siempre hay algo que te motiva para seguir adelante. Hubo muchos momentos durante la carrera donde tuve serias dudas de poder terminar y que me hicieron plantearme cual era la razón de estar allí. En fin recomendaros a todos que lo intentéis, por que el recorrido, el paisaje y el reto lo merece. Eso si, no quiero engañaros, para mi ha sido lo más duro con mucha diferencia que he hecho en mi vida y que creo que haga jamás. Un saludo y muchas gracias al CLUB BTT LAS LIEBRES YECLA, BICIS MANOLIN-LOS BRONCES, GOBIK CYCLING WEAR, a la familia que aguanta nuestros entrenamientos y demás gente que nos ha animado y se ha interesado por nuestro objetivo.
Nota: Para nosotros ha sido una experiencia personal increíble, que ha hecho que pusiéramos mas allá del límite nuestros cuerpos. Lo que hace que te des cuenta de hasta donde puedes llegar y, cuando crees que es imposible dar otra pedalada, siempre hay algo que te motiva para seguir adelante. Hubo muchos momentos durante la carrera donde tuve serias dudas de poder terminar y que me hicieron plantearme cual era la razón de estar allí. En fin recomendaros a todos que lo intentéis, por que el recorrido, el paisaje y el reto lo merece. Eso si, no quiero engañaros, para mi ha sido lo más duro con mucha diferencia que he hecho en mi vida y que creo que haga jamás. Un saludo y muchas gracias al CLUB BTT LAS LIEBRES YECLA, BICIS MANOLIN-LOS BRONCES, GOBIK CYCLING WEAR, a la familia que aguanta nuestros entrenamientos y demás gente que nos ha animado y se ha interesado por nuestro objetivo.
Datos técnicos:
Distancia: 218 Km
Desnivel acumulado: 6.200 m
Tiempo en mov: 12.42:00 Velocidad media en Mov: 17,0 Km/h
Tiempo total: 13:43:01
Track:
IBP: 430
Otras crónicas:
Clasificaciones (categoria oro):
Clasificaciones (categoria plata):
1 comentario:
Impresionante experiencia e insuperable crónica!! He sentido que realizaba la prueba mientras la leía. Enhorabuena!!
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